No sé si algún atleta decidirá, en el curso de las Olimpiadas, expresar su apoyo a la causa de los derechos humanos en China y, en particular, su solidaridad con el pueblo tibetano. Si finalmente sucediera, sería un gesto ampliamente reconocido.PD. Hasta la fecha no hay noticias ni de Berlusconi ni de Fratini. Ni de Zapatero, ni de Moratinos. Tan lejos, tan cerca.
Pero la voz de un país como Italia no puede confiarse únicamente a la libre y voluntaria iniciativa de los atletas, a los que no se les puede hacer cargar con el deber de representar políticamente las razones del gobierno, del parlamento y de la opinión pública italiana.
La mejor vía, la más significativa e institucional, pasa a través de la voz directa del gobierno. Y no tengo dudas de que el ministro Frattini y el ejecutivo de Berlusconi buscarán y encontrarán, durante la celebración de las Olimpiadas, la manera de defender la causa de la democracia y de los derechos humanos en China. Los juegos, para los atletas, son una extraordinaria ocasión deportiva. Para los Estados, un impagable escaparate político. Al Gobierno –antes que a los atletas- le corresponde el honor de utilizarlo de la mejor forma posible.
Thursday, August 14, 2008
Un político liberal contra la omertà
Benedettto della Vedova es presidente de Riformatori Liberali y diputado del PDL. En su blog ha publicado un artículo a favor de romper la omertà (ley del silencio) que se han autoimpuesto los políticos italianos, y por extensión los occidentales, para no molestar a la mafia estatal china que organiza los Juegos Olímpicos como el Padrino Michael Corleone hacía generosas donaciones a obras benéficas.
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