Wednesday, August 27, 2008

Olímpico Desprecio se despide de ustedes

Bueno, pues ha llegado el momento de que este blog les diga adiós, tres semanas después de su creación Olímpico Desprecio pasará al limbo de los justos (creo que es el de los justos) y cerrará sus puertas a nuevos contenidos y a nuevos comentarios. Quedará, eso sí, expuesto en la red, como recordatorio de la realidad que ha querido denunciar y como muestra de que al menos alguien tuvo la decencia de decir algo de lo que se tenía que decir al respecto.

No hemos sido los únicos, desde luego, pero sí hemos sido los menos y hemos tenido que nadar contra una corriente en la que ya me habría gustado ver a Phelps.

Han sido 20 días, 34 post y casi 350 comentarios. OD ha sido enlazado más de 50 veces desde bastantes blogs diferentes de distintas tendencias, ha aparecido en Libertad Digital y en la edición on line de La Vanguardia, y ha alcanzado las 10.000 páginas vistas y superado las 6.200 visitas. ¿Un éxito? No lo sé, creo que se trata de un impacto razonable para una iniciativa como esta que, además, ha desarrollado su corta vida durante el mes de agosto, el peor para las audiencias de internet. En suma, creo que no ha pasado completamente desapercibido, y eso justifica el esfuerzo que le hemos dedicado.

Llega el momento de los agradecimientos, que no son pocos: por supuesto a los miles de lectores que han acompañado a OD en su andadura, a los tenaces comentaristas que le han dado vida, a aquellos que nos han enlazado desde sus propias bitácoras, a los que nos han mandado correos de apoyo (que nos ha sido imposible responder, lo sentimos) y, obviamente, a todos los que han contribuido con su esfuerzo y sus artículos a que esto fuese posible.

Y no terminar podemos terminar sin recordar al pueblo chino, más de mil millones de seres humanos oprimidos por una dictadura feroz que decide dónde deben vivir, con quién se tienen que casar, qué trabajos pueden hacer, los hijos que pueden tener... y hasta qué deben pensar y sentir. Sabemos que nuestro esfuerzo poco les alivia a ellos, pero lo daremos por bueno si hemos ayudado a alguien a comprender que, más allá del país en el que vivan, su historia y sus tradiciones, más allá del color de su piel o el idioma que hablen, todos los seres humanos tienen derecho a la libertad de la que nosotros disfrutamos.

Ha sido un placer, hasta siempre.

Monday, August 25, 2008

El verdadero rostro de los Juegos


Cuando empezamos a preparar y editar Olímpico Desprecio creo que ninguno de nosotros esperaba que la dictadura china fuese tan burda como para cometer algunos de los errores propagandísticos que ha cometido; al fin y al cabo, la propaganda era lo más importante de estos Juegos para ellos y lo lógico es que la cuidasen hasta el más nimio detalle. Pero bien sea porque el poder absoluto hace a quien lo ostenta creerse más listo de lo que realmente es, bien porque después de tantos años de dictadura comunista se pierde el norte de lo que es moral y lo que no lo es, las autoridades chinas nos han revelado su verdadero rostro, el verdadero rostro de los juegos, con el ridículo cambiazo de niñas de la ceremonia de apertura.

Así, aunque ha habido gestas deportivas realmente impresionantes e históricas, yo y muchos no recordaremos estos juegos por las maravillas de Bolt en la pista o Phelps en la piscina, sino por la pobre Yang Peiyi cantando entre bastidores mientras su rostro se ocultaba "por el bien de la patria" y era la cara de Lin Miaoke, tan bonita ella, la que centenares de millones de telespectadores veían en las pantallas.

Me dirán muchos que tampoco hay que darle tanta importancia a lo que no es más que un detalle de una inmensa ceremonia dentro de un acontecimiento todavía más inmenso, pero yo creo que en muchas ocasiones en los detalles está el significado profundo de las cosas. De China y su régimen se podrían decir mucho (de hecho, mucho se ha dicho ya en este blog que se acerca a su fin) que son terriblemente más graves que se cambie a una niña "fea" por otra "guapa" en un show, pero pocas son tan simbólicas como ese cambio.

Porque es un cambio que simboliza, como pocos, el uso masivo de la mentira, del engaño, la construcción de una fachada de apariencias tras la que se esconden los dientes desparejados y los mofletes gordos de la sociedad comunista; porque es un cambio que simboliza, como pocos, el nulo respeto al individuo, a los seres humanos que son, simplemente, "usados"; porque es una trampa hecha con las personas por definición más desprotegidas, los niños, los que más necesitan del apoyo de los adultos y aquellos en los que se han de transmitir los valores de lo que queremos que sea nuestra sociedad futura; y porque, además, se trata de niñas, las grandes perjudicadas de la política eugenésica del régimen, una política que ha llenado su país de fetos abortados y nuestras calles de niñas chinas que fueron abandonadas a la suerte de que una pareja occidental las sacase del infierno.

Pero lo más simbólico de todo es que Yang Peiyi, cuyo rostro vergonzante había de ser ocultado, no es un monstruo desfigurado sino una niña normal y corriente, a la que las fotos muestran incluso mona y con una cara muy simpática; una ricura, vamos, poseedora además de una voz excepcional. Es una niña, en resumen, de la que todo padre se sentiría orgulloso, pero que no alcanzaba los estándares que requiere "el hombre nuevo", la sociedad perfecta que el PCCh lleva décadas instaurando a sangre y fuego, el fuego de la más atroz de las dictaduras y la sangre de decenas de millones de sus compatriotas.

No, el rostro de estos Juegos no es la cara un poco de paleto de Phelps, ni la de Bolt con sus muecas y sus zapatillas doradas; el rostro de estos Juegos es el de Yang Peiyi, con su voz escondida que nos dice: todo es mentira, todo es una grosera y sangrienta mentira.

Sunday, August 24, 2008

La tragedia de la política eugenésica china

Hoy concluyen los Juegos Olímpicos de la Vergüenza. El régimen chino volverá a asombrar a medio mundo con un espectacular acto de clausura, ejecutado al más puro estilo militar, tal y como aconteció en la celebración de apertura. Sin embargo, una vez que se apaguen los focos y la atención de los medios internacionales se desvíe hacia otros lugares y acontecimientos, más de 1.300 millones de chinos continuarán con sus vidas bajo el férreo control del gobierno comunista.

La parodia ha llegado a su fin y ninguno de los principios y valores que dice defender el Comité Olímpico Internacional (COI), centrados en la defensa de los derechos humanos, será tenido en cuenta por el Estado totalitario chino. Y es que el control gubernamental se extiende hasta límites insospechados, traspasando los propios de una economía planificada y llegando a inmiscuirse en las relaciones íntimas y familiares de los individuos.

Es el caso de la denominada eugenesia y la política de control demográfico, que durante las últimas décadas se ha cobrado la vida de millones de niños ocultos bajo el manto del anonimato, gracias a la impermeabilidad informativa que impone el régimen. El Gobierno se vanagloria de su política de un solo hijo. Una medida que, incluso, ha sido aplaudida por determinados sectores en occidente con el fin de limitar el crecimiento de la población china.

¿Cómo reaccionaría usted si el Estado le prohibiera reproducirse o contraer matrimonio con quien desee? Sin duda, una medida de estas características sería tildada de fascista y opresora. Pues esta es, precisamente, la realidad que tienen que sufrir cientos de millones de familias que viven bajo el yugo de la República Popular. A finales de los años 70, el Gobierno impuso la ley de un hijo por familia para limitar un aumento demográfico que, según muchos, sería “insostenible”. Término éste último que, por cierto, se emplea mucho hoy en día para referirse a la defensa del medio ambiente mediante la “necesaria” limitación del desarrollo económico.

Sus efectos han sido trágicos. La anticoncepción y el aborto son las piedras angulares de esta ley. El régimen aplica, además, amplios programas de esterilización obligatoria bajo excusas médicas o la implantación de dispositivos intrauterinos. El infanticidio también es algo corriente entre la población.

Muchos padres de familia se ven obligados a escoger entre tener un hijo varón, que los sostendrá a ellos en su vejez, o una hija, que contraerá matrimonio en el futuro y vivirá fuera de casa con su marido. Como resultado, se ha extendido el repudio hacia las niñas chinas. Muchas de ellas son asesinadas o abandonadas en las calles, en caso de que la madre no haya podido interrumpir antes el embarazo mediante el aborto.

Quienes no acatan la norma de un solo hijo reciben cuantiosas multas, son sometidos a la confiscación de bienes e, incluso, al despido de su trabajo. En la actualidad, se calcula que China carece de cerca de 30 millones de mujeres aptas para el matrimonio. ¿Se imaginan un país como España formado tan sólo por varones?

A ello se añaden importantes consecuencias económicas. La población china envejece por momentos ante la falta de niños. Según un informe del banco de inversión Goldman Sachs sobre esta materia, China se verá abocada a un importante desequilibrio poblacional en las próximas décadas. El denominado ratio de dependencia (suma de personas demasiado jóvenes y demasiado mayores para trabajar dividida entre la población activa del país) rondará el 50 por ciento en 2030, frente a menos del 40 por ciento en estos momentos. Para 2050, cada 10 trabajadores chinos comprendidos entre los 15 y 64 años estarán manteniendo a siete niños y personas mayores. Es decir, un ratio de dependencia próximo al 70 por ciento.

¿Resultado? La renta per cápita de los ciudadanos se verá seriamente limitada, al tiempo que el sistema de jubilación se verá abocado a la quiebra. No habrá suficiente mano de obra para mantener a un creciente número de personas inactivas. Los chinos que nacieron antes de 1979, cuando pasaron a engrosar la población activa en la década de 1980 y 1990, tenían menos jóvenes dependientes que cuidar que las generaciones anteriores. Este incremento de la población activa en relación con el resto de la población, contribuyó en un 15 por ciento al crecimiento económico del país desde 1982 a 2000, según los cálculos de Naciones Unidas. Sin embargo, dicho ratio entrará a partir de ahora en déficit debido al escaso número de jóvenes y las restricciones migratorias que el Gobierno aplica sobre la población rural.

Según el censo oficial chino, cada mujer tiene 1,2 hijos, mientras que la tasa de fertilidad ascendía a 2,7 en la década de los 70. Por último, el régimen comunista aprobó la denominada ley china de Salud Maternoinfantil, que entró en vigor en 1995. Se trata de una norma eugenésica destinada a que tan sólo puedan procrear los “mejores hombres y mujeres chinos”. En esencia, esta medida consiste en eliminar a todos aquellos niños que nazcan con algún tipo de tara o defecto, tanto físico como mental. Los discapacitados han de ser sacrificados por del “bien común” de la República.

Artículo 16: Si el médico diagnostica una enfermedad genética grave (entiéndase dolencias genéticas, determinadas enfermedades infecciosas, trastornos mentales y defectos físicos) a una pareja casada en edad de procrear o sospecha que la padece, brindará a dicha pareja la asistencia médica necesaria, y ésta adoptará las medidas prescritas por el facultativo. Es decir, aborto obligatorio.

Artículo 10: Después de practicar el examen premarital (obligatorio para todas las parejas chinas), los médicos darán a los contrayentes las explicaciones del caso y la asistencia necesaria si se ha diagnosticado una enfermedad genética grave que, desde un punto de vista médico, los torne inaptos para procrear. Así, sólo podrán contraer matrimonio si ambos aceptan adoptar medidas anticonceptivas de larga duración o someterse a una operación de esterilización.

Así se las gasta el Gobierno comunista. El baluarte este año del denominado “espíritu olímpico” que, en teoría, se levanta sobre la defensa de los derechos humanos. Espero, al menos, que hayan disfrutado de esta vergonzosa farsa.

POR MANUEL LLAMAS FRAGA

Carla Bruni desafía a China





Y la República comunista protesta

Saturday, August 23, 2008

Fernando Savater, deportista olímpico


Propongo un nuevo deporte olímpico: denunciar la dictadura china, denunciar a los ''demócratas'' que hacen negocios con los regímenes que pisotean los derechos humanos y sobre todo denunciar a la mafia de aprovechados y vividores que hoy saquean desde sus despachos el maltratado espíritu olímpico que tal vez nunca existió.

Fernando Savater, La villa(nía) olímpica


Entre dictadores anda el juego

Si el Gobierno y el Estado chino no destaca por el respeto a los Derechos Humanos de sus ciudadanos -que en el fondo trata como súbditos que deben rendir pleitesía a un Partido y unos gobernantes que no han abandonado los usos y abusos de la era imperial-, tampoco destaca cuando observamos con atención su política internacional, cuando observamos quiénes son y quiénes no son amigos del estado chino.

La excusa del desarrollo económico ha servido a China para iniciar una política de alianzas con algunos de los gobiernos más corruptos del planeta. No estoy hablando sólo de su relación con Corea del Norte, uno de los regímenes más infectos que padecemos; estoy refiriéndome a dictaduras que llevan décadas manteniendo el continente africano en un estado permanente de miseria económica y moral; estoy hablando del apoyo al régimen genocida que gobierna (es un decir) Sudán; estoy hablando de países como Birmania, cuyos ciudadanos hace 20 años demandaron libertad y democracia, mientras que sus gobernantes, pese a la presión interior o exterior, mantienen una dictadura inmoral e ilegal.

Resulta evidente que el COI no quiere o no puede ver este tipo de alianzas a la hora de elegir una sede para sus fastuosos Juegos Olímpicos. Parece ser que el negocio es el negocio y el dinero no hiede cuando llega a las arcas olímpicas.

Precisamente, Juan Antonio Herguera Torres, editor del blog “Birmania Libre” nos ha remitido un interesante artículo de cómo China mantiene vivo el régimen birmano y cómo existe una sombría relación entre los Juegos Olímpicos, Birmania y China.

Entre dictadores anda el juego

Autor: Juan Antonio Herguera Torres

Este artículo quiere llamar la atención sobre un pequeño y precioso país asiático llamado Birmania, el cual aparece y desaparece de las televisiones según ocurren y se apagan las desgracias, como la rebelión azafrán de septiembre de 2007 o el ciclón Nargis de mayo de 2008. También pretende dar a conocer la relación, aparentemente sorprendente, que hay entre China, los JJ.OO. y Birmania.

Relación de China con Birmania: protección

Birmania, ahora llamada Myanmar, sufre una brutal dictadura militar (algunos, sin razón, dicen que es comunista) desde hace 60 años. Uno de los pocos protectores de esta dictadura es China el cual hace uso de su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para parar toda acción o resolución que la ONU adopte en pro de la democracia birmana. Los dictadores chinos apoyan a los dictadores birmanos principalmente por razones económicas. China es el país que más productos exporta a Birmania; además, de allí extrae piedras preciosas y petróleo, cada vez más necesario, por lo que están construyendo un oleoducto entre ambos países.

Últimamente la situación del Tibet ha vuelto a salir a los medios de comunicación; como ya pasó en septiembre en la propia Birmania. Tiene que haber revueltas, represión visible, disparos y muertes para las televisiones den la noticia. Una dictadura, no es noticia; una dictadura que reprime, detiene, tortura y asesina tampoco es noticia; una dictadura que reprime, detiene, tortura y asesina delante de una cámara... ésto sí es noticia.

China es una dictadura que, además, apoya a otras dictaduras; y quiere celebrar los Juegos Olímpicos este año. Y el "mundo civilizado" se lo permite. ¡Qué triste!

Relación de los JJOO de Pekín con Birmania: el 8

El 8, dicen, es un número de buena suerte en Asia. Esa es la razón por la que los dictadores chinos eligieron el 8 de agosto de 2008 para realizar la Ceremonia de Inauguración de Pekín 2008.

Pero el 8 es un número con otro significado, más doloroso, en Birmania. El 8 de agosto de 2008 se conmemoró un hecho que aconteció hace 20 años: el 8 de agosto de 1988 ejército del pueblo birmano mató a más de 3.000 birmanos que protestaban pacíficamente para pedir reformas democráticas. Resulta paradójico que todo ocurriera justo un año antes de la matanza de Tian'anmen, que todo el mundo recuerda.

Hace 20 años algunos de nosotros apenas sabíamos qué había más allá de nuestro barrio o nuestra ciudad. Al mismo tiempo, en la otra punta del mundo, un pueblo entero marchaba protestando, pidiendo democracia.

En Birmania, en 1988 -al igual que sucedió en septiembre de 2007- los problemas económicos y la opresión política produjeron malestar en la población; esta situación desembocó en una serie de protestas pro-democráticas conocidas como el levantamiento 8888. La situación estalló el 8 de agosto de 1988 cuando el ejército mató al estudiante Phone Maw en frente del Rectorado de la Universidad de Rangún. A losestudiantes se les unieron rápidamente civiles, monjes e incluso soldados. Ne Win, que gobernaba con mano de hierro desde 1962, dejó claro a los soldados que había que disparar a matar: "las armas no están para disparar al cielo". El ejército aplastó a losmanifestantes matando a miles de ellos; las cifras reales nunca se supieron -y nunca se sabrán- pero se habla de más de 3.000 muertos; el gobierno reconoció apenas unos cuantos. Al igual que en Tian'anmen.

La rebelión finalizó con el golpe de estado del General Saw Maung, quien instauró la Ley Marcial y prometió elecciones libres. Durante estas protestas de entre los birmanos surgió una persona, un icono: Daw Aung San Suu Kyi, hija del héroe nacional Aung San, quien liberó a los birmanos de los colonialismos británico y japonés. Estos hechos se narran en la película “Más allá de Rangún”. Finalmente las elecciones libres prometidas tuvieron lugar en 1990; el partido que fundó Suu Kyi, la “LigaNacional para la Democracia”, arrasó en las urnas. Los militares nunca reconocieron los resultados.
Han pasado 20 años y siguen marchando. Los birmanos protestaron el 8/8/08 ante las embajadas y consulados birmanos en todo el mundo (en España no hay). Realizaron concentraciones de recuerdo del 8/8/88; e incluso protestas simbólicas en la propia Birmania, que supusieron más detenciones. Nada de esto se ha visto en los telediarios.

Dejad que los niños se acerquen a las Olimpiadas


Una de las normas de la Federación Internacional de Gimnasia(*) establece que la edad mínima para participar en unos JJOO es de 16 años. Sin embargo, el Comité Olímpico chino haciendo alarde de su falta de respeto por las normas, presentó una gimnasta de 14 años, He Kexin, con elviejo truco de falsificar el pasaporte olímpico, en el que la edad que aparecía era, por supuesto, 16 años. Como diría Nicholas van Orton, esto sí que es un cuento chino.

Pero sucedió que He Kexin ganó el oro en paralelas asimétricas y saltó la alarma en forma de rumor. Cuando el COI empezó a investigar la pruba que presentó el comité chino fue el pasaporte olímpico, y ninguno más. Así que el COI decidió dejarlas cosas como estaban.

Sin embargo, un inquieto hacker decidió comprobar la edad de la niña y...¡lo consiguó!

En sus dos exhaustivos posts Hack the Olympics! y Olympics Hacking Part II: Let's Go for the Gold! demuestra que He Kexin tiene 14 años y no 16.

¿Conclusiones?
En primer lugar, la absoluta falta de respeto a las reglas del juego por parte del Comité Olímpico chino, que en vez de dar la cara y resolver las cosas como debe ser, exigiendo responsabilidades a quien corresponda, ha ocultado deliberadamente los datos de la gimnasta.
En segundo lugar, la falta de escrúpulos quienes han manipulado a una niña que ahora tiene 14 años, pero que cuando empezó a entrenarse para los JJOO tendría alguno menos, para que mienta de cara al mundo sobre su edad.
Es claro el respeto por los derechos humanos y por la infancia que existe en este país, adalid de las libertades, que se mofa de la comunidad internacional por segunda vez, primero poniendo ante las cámaras a una niña sin talento musical pero "sin mofletes", y ahora mintiendo descaradamente sobre la edad de la pequeña gimnasta.
En tercer lugar, la censura china que impide acceder a los datos que, gracias a un espabilado hacker se han conseguido finalmente.

Habrá que prestar atención a la reacción del COI. Se ha reabierto la investigación ¿Seguirá mirando al techo y tragando cualquier cosa que China quiera que acepte?

(*) Gracias a Eigen que en un comentario me ha informado del error inicial.